La Biología, sin
lugar a dudas, es uno de los pilares de
la revolución científica y tecnológica del momento. Sus últimos descubrimientos
impactan en la conciencia social y obligan a reflexionar sobre tópicos tan
trascendentes, como la pérdida de la biodiversidad y sus implicaciones, la
importancia de los procesos fotosintéticos a nivel global y el impacto
ambiental, provocado por el deterioro y
la destrucción de
diversos ecosistemas.
El estudio de la
naturaleza de la vida ha avanzado
en las ultimas décadas
de manera vertiginosa, al grado
que la Biología actual ha ampliado sus fronteras de
investigación, pasando del estudio del individuo en su dimensión biológica al
análisis y conocimiento de los niveles celulares y moleculares, para explicar
los fenómenos vitales. De tal manera que se ha propiciado el desarrollo de nuevas
ramas, Biología y Fisiología Celular, Bioquímica,
Biología Molecular, Genética, entre
otras, las cuales a su vez, utilizan técnicas avanzadas de investigación
microscópica y ultramicroscópica, sin excluir obviamente, las investigaciones
físicas y químicas inherentes a la biología.
Una vez detectado el carácter científico de la Biología y su
organización actual en diferentes ciencias biológicas, podrás revisar las
características de la metodología de investigación, destacando los aspectos
comunes y las diferencias entre las ciencias observacionales y experimentales,
dependiendo del objeto de estudio y los objetivos de cada ciencia. Analizarás
la importancia del diseño o protocolo e informe de investigación en cualquier
trabajo científico.
La biología se encarga de estudiar todos los aspectos
relacionados con la vida: tanto los mecanismos de funcionamiento del interior
de los propios organismos, tanto animales, como vegetales, como humanos; como
la relación de los organismos entre sí y con el medio.
Es una disciplina científica que abarca un amplio campo de
estudio que, a menudo, se tratan como disciplinas independientes. Todas ellas
juntas, estudian la vida en un amplio rango de escalas:
• La vida se estudia a escala atómica y molecular en
biología molecular, en bioquímica y en genéticamolecular.
• Desde el punto de vista celular, se estudia en biología
celular.
• A escala pluricelular se estudia en fisiología, anatomía e
histología.
• Desde el punto de
vista de la ontogenia o desarrollo de los organismos a nivel individual, se
estudia en biología del desarrollo.
Esto se estructura en
varias especialidades o ciencias a las cuales generalmente se accede con una formación básica en biología como
son: botánica, zoología, ecología, genética, biología marina, química, física,
geografía, informática, geología; hay amplias variaciones y ramas, relacionadas
con la biología.
La materia viva e inerte se puede encontrar en diversos
estados de agrupación. Esta agrupación u organización puede definirse en una
escala de organización. Subatómico: este nivel es el más simple de todos y está
formado por electrones, protones y neutrones, que son las distintas partículas
que configuran el átomo.
1. Átomo: es el
siguiente nivel de organización. Es un átomo de oxígeno, de hierro, de
cualquier elemento químico.
2. Moléculas: las
moléculas consisten en la unión de diversos átomos diferentes para formar, por
ejemplo, oxígeno en estado gaseoso (O2), dióxido de carbono, o simplemente
carbohidratos, proteínas, lípidos...
3. Celular: las
moléculas se agrupan en unidades celulares con vida propia y capacidad de
autorreplicación.
4. Tisular: las
células se organizan en tejidos: epitelial, adiposo, nervioso, muscular...
5. Organular: los
tejidos están estructurados en órganos: corazón, bazo, pulmones, cerebro,
riñones...
6. Sistémico o de
aparatos: los órganos se estructuran en aparatos digestivos, respiratorios,
circulatorios, nerviosos...
Podemos afirmar que el método científico es el instrumento
más poderoso de la ciencia; simplemente se trata de aplicar la lógica a la
realidad y a los hechos que observamos.
La biología en su relación con otras ciencias crea fusiones
interesantes entre la biología y la química de donde tenemos ahora la
bioquímica, y de la biología y la tecnología tenemos la biotecnología, la cual
ha tenido un auge actualmente debido a los alimentos transgénicos, que es un tópico
de actualidad en el mundo y que ha generado tanto comentarios a favor como en contra.
Hemos dicho que la biología estudia a los seres vivos. Por
tanto, para empezar, la pregunta que debemos contestarnos es ¿Qué es un ser
vivo?
Esta pregunta podría parecer simple, después de todo,
cualquier persona puede notar que un perro está vivo o que un árbol en
particular también lo está. Una roca o un trozo de vidrio, evidentemente, no
son seres vivos. A nivel macro el asunto puede parecer muy sencillo. Pero
cuando examinamos seres vivos, u “organismos”, a nivel microscópico el tópico
se complica un poco.
Existen millones de seres vivos diferentes. Para poder
estudiarlos es necesario agruparlos, es decir, clasificarlos. Clasificar es
formar clases o grupos de seres que tienen características comunes. Para
clasificar los seres vivos, elegimos características comunes que nos permiten
agruparlos. Estas características se llaman criterios de clasificación. Un
criterio de clasificación es una característica que permite agrupar a un
conjunto de seres vivos y diferenciarlo del resto.
Para poder clasificar a los seres vivos primero tendremos
que conocer sus características.
Los seres vivos somos
un producto de la Tierra y, por
tanto, estamos constituidos por los mismos elementos químicos
del mundo mineral. La diferencia entre una agrupación de moléculas y un ser
vivo, con todas sus características, no
está en los
componentes, sino en
el grado de
organización que éstos alcancen.
Todos los seres vivos
estamos formados por
los mismos tipos
de moléculas, denominadas biomoléculas, las
cuales están formadas
por la combinación
de una serie
de elementos químicos
que reciben el nombre de bioelementos.
Los bioelementos
son los elementos
químicos que componen
los seres vivos. Existen unos 70 bioelementos, que se clasifican en función de su abundancia
en:
- La capacidad de
formar enlaces covalentes entre sí,
compartiendo pares de electrones.
- Ser elementos
muy ligeros, por lo que las moléculas que originan son bastante estables.
- Dado que
el oxígeno y
el nitrógeno son
elementos electronegativos (atraen
electrones de otros), muchas moléculas son polares y
solubles en agua, requisito
necesario para que sucedan
las reacciones biológicas.
El calcio contribuye a
la dureza de las estructuras esqueléticas
(huesos, conchas, caparazones) y es
necesario para la contracción muscular,
la transmisión del impulso nervioso y la coagulación de la sangre.
El sodio, potasio y cloro son elementos que intervienen en la transmisión del impulso
nervioso y en el equilibrio osmótico.
El magnesio forma parte de la clorofila de las plantas.
Los principales son el hierro (Fe), el cobre (Cu), el yodo
(I), el flúor (F), el cinc (Zn) y el
manganeso (Mn). A pesar de
encontrarse en cantidades
tan pequeñas son
imprescindibles para el
funcionamiento del organismo.
Los bioelementos no
se encuentran aislados en los seres vivos,
sino combinados entre sí formando
biomoléculas. Las biomoléculas son los componentes fundamentales
de los seres vivos. Existen dos tipos de biomoléculas: inorgánicas y
orgánicas.
Las biomoléculas inorgánicas son el agua y las sales minerales.
El agua es la molécula
más abundante de los seres vivos, pues representa cerca del 60% al 90% de su peso.
Su abundancia se
debe a la
importancia que tiene,
ya que participa
en numerosas funciones esenciales. Sus principales funciones son las siguientes:
• Es un magnífico
disolvente que permite que, en el interior de la célula, muchas sustancias se
encuentren disueltas y puedan
reaccionar entre sí.
• Actúa como medio
de transporte de sustancias entre las distintas partes del organismo.
Las sales
minerales son moléculas
inorgánicas que pueden
encontrarse disueltas en
agua o en estado sólido.
• Son imprescindibles en
algunos procesos fisiológicos, como
la contracción muscular
(Ca2+), la transmisión del
impulso nervioso (Na+ y K+), síntesis de
proteínas (Mg2+), etc…
• Evitan cambios
bruscos de pH en el medio intracelular y extracelular.
• Regulan el
equilibrio osmótico. La ósmosis es un fenómeno que se produce cuando dos disoluciones de diferente concentración están
separadas por una membrana
semipermeable, que permite
el paso del disolvente, pero no del soluto. En esta
situación, se produce el paso del disolvente de la zona más diluida a la más
concentrada hasta que se igualan las concentraciones.
PARA MAYOR DETALLE PUEDES REVISAR EL LINK:
http://biologiapuntocom.blogspot.mx/2012/03/bioelementos-y-biomoleculas-inorganicas.html
LAS BIOMOLÉCULAS ORGÁNICAS
Estas moléculas son exclusivas de los seres vivos y están compuestas siempre por carbono. Se agrupan en cuatro clases diferentes: glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos.
El átomo de carbono
De entre todos los bioelementos primarios, el carbono desempeña un papel fundamental, ya que es la base de la química de la vida. Las características más importantes del carbono residen en:
- Presentar cuatro electrones desapareados, que le permiten formar cuatro enlaces covalentes.
- Poder formar enlaces covalentes simples, dobles y triples con otros átomos de carbono y así originar cadenas carbonadas de longitud variables, que constituyen el esqueleto de las biomoléculas.
- Combinarse con otros bioelementos (O, H, N y S) para formar diferentes grupos
funcionales que confieren propiedades concretas a las biomoléculas y originan gran variedad de compuestos orgánicos.
GLÚCIDOS
Los glúcidos constituyen un grupo de biomoléculas conocidas también como hidratos de carbono, y están formadas por carbono, hidrógeno y oxígeno.
Desempeñan funciones energéticas y estructurales. Se clasifican en los siguientes grupos:
•
Monosacáridos. Son los glúcidos más sencillos y están formados por una sola molécula. Tienen sabor dulce y se disuelven en agua. Los de mayor importancia biológica son los siguientes:
- Ribosa y desoxirribosa. Tienen cinco carbonos y forman parte de la estructura de los ácidos nucleicos
(ARN y ADN).
- Glucosa, fructosa y galactosa. Tienen seis carbonos y desempeñan una función energética, pues se oxidan para obtener energía utilizable por las células. De ellas, destaca la glucosa, ya que es la molécula energética más empleada por los seres vivos.
•
Disacáridos. Están formados por dos moléculas de monosacáridos unidas por un tipo de enlace
covalente, denominado enlace O-glucosídico. Al igual que los monosacáridos, son dulces y solubles en agua. Los disacáridos más importantes son:
- Sacarosa. Es el azúcar de caña o remolacha. Está formada por la unión de una molécula de glucosa y otra de fructosa.
- Maltosa. Se encuentra en la malta (cereal germinado) y está formada por dos moléculas de glucosa.
- Lactosa. Es el azúcar contenido en la leche. Está formada por la unión da una molécula de galactosa y otra de glucosa.
• Polisacáridos. Son los glúcidos más complejos. Están formados por la unión de muchos monosacáridos mediante enlaces O-glucosídicos, formando macromoléculas. No son dulces ni solubles en agua. Se diferencian dos grupos atendiendo a su función:
- Polisacáridos de reserva. Actúan de reserva energética en animales y plantas, y están formados por cientos de moléculas de glucosa unidas formando estructuras ramificadas. Son el almidón en los vegetales y el glucógeno en los animales.
- Polisacáridos estructurales. Poseen una estructura lineal, y son la celulosa y la quitina. La celulosa es un polisacárido de glucosa y es componente de la pared de las células vegetales. La quitina es el componente principal del exoesqueleto de los artrópodos y las paredes celulares de los hongos.
LÍPIDOS
Los lípidos constituyen un grupo muy variado de moléculas, cuya característica en común es ser insolubles en agua y solubles en disolventes orgánicos, como el éter, cloroformo o el benceno. Están formados por C, H y O, aunque algunos lípidos contienen N y P.
Se clasifican atendiendo a que sus moléculas sean hidrolizables o no, es decir, que puedan o no romperse con ayuda de moléculas de agua. Los principales grupos de lípidos son:
• Lípidos hidrolizables o saponificables: grasas, ceras y fosfolípidos.
• Lípidos no hidrolizables o insaponificables: terpenos y esteroides.
Lípidos hidrolizables o saponificables
Tienen como principal componente los ácidos grasos y son capaces de formar jabones.
Los ácidos grasos están formados por una cadena de número par de carbonos, que tiene un grupo ácido en uno se sus extremos. Se clasifican, según posean o no dobles enlaces, en los siguientes tipos:
-
Ácidos grasos saturados: los átomos de C están unidos por enlaces sencillos. Los más importantes son el ácido esteárico y palmítico.
-
Ácidos grasos monoinsaturados: presentan un doble enlace. El más importante es el ácido oleico
(omega 9), presente en el aceite de oliva.
-
Ácidos grasos poliinsaturados: presentan dos o más dobles enlaces. Los más importantes son el ácido linoleico (omega 6), presente en el aceite de girasol y linolénico (omega 3), que se encuentre en el aceite de pescado.
1. Grasas o triglicéridos: se forman por la unión de tres ácidos grasos con una molécula de glicerina.
Los triglicéridos que contienen ácidos grasos insaturados son líquidos a temperatura ambiente y se denominan aceites, como el aceite de olive, girasol, y los aceites de pescado. Los que contienen ácidos grasos saturados son sólidos a temperatura ambiente y se conocen como grasas, como la manteca, el tocino o la mantequilla.
Las grasas tienen función de reserva energética a largo plazo, ya que un gramo de grasa genera más del doble de energía (9 Kcal/g) que un gramo de glúcido (4 Kcal/g). Tal es el caso, por ejemplo, de la capa de grasa situada debajo de la piel de los mamíferos o de la grasa acumulada en las semillas vegetales.
Las grasas también desempeñan funciones de aislamiento térmico y de protección de ciertos órganos, como los riñones, que están rodeados de una masa de tejido graso que los protege.
2. Ceras: son lípidos que crean cubiertas protectoras e impermeabilizan diferentes superficies. En los animales se encuentran en la piel, el pelo y las plumas, y en las plantas se hallan recubriendo hojas y frutos.
3. Fosfolípidos: son moléculas que contienen grupos fosfato. Se caracterizan porque presentan un extremo soluble en agua (zona polar) y el resto de la molécula es insoluble en agua (zona apolar). Esta característica les permite formar películas delgadas en una superficie acuosa. Son uno de los principales componentes de las membranas celulares.
Lípidos no hidrolizables
No contienen ácidos grasos en su composición y no forman jabones.
4. Terpenos: forman pigmentos (carotenos y xantofilas) y sustancias olorosas en los vegetales, así como vitaminas (A, E y K).
5. Esteroides: forman un grupo muy variado, que agrupa a las hormonas sexuales, el colesterol, la vitamina D y los ácidos biliares.
PROTEÍNAS
Las proteínas son las moléculas orgánicas más abundantes en los seres vivos. Contienen C, H, O y
N y muchas de ellas S.
Todas las proteínas son macromoléculas, formadas por la unión de unas moléculas más sencillas denominadas aminoácidos, mediante enlaces covalentes llamados enlaces peptídicos. En la naturaleza
existen 20 aminoácidos diferentes. El orden en el que se unen los aminoácidos origina infinidad de
proteínas distintas, que son diferentes en las diversas especies.
Según lo anterior, una característica importante de las proteínas es su especificidad, es decir, cada especie, y cada individuo posee algunas proteínas que otros organismos no tienen y que marcan, por tanto, su identidad biológica.
Las proteínas desempeñan funciones muy variadas, entre las que destacan las siguientes:
▪ Estructural: son componentes estructurales de las membranas y orgánulos celulares. El colágeno es la proteínas de los huesos y cartílagos y la queratina proporciona dureza a la piel, pelo, uñas, etc,…
▪ De transporte: actúan como vehículo de algunas moléculas, como la hemoglobina, que transporta el
oxígeno en la sangre.
▪ Hormonal: en el ser humano, por ejemplo, la insulina que controla el metabolismo de los glúcidos.
▪ Enzimática: las proteínas que aceleran las reacciones metabólicas del organismo son las enzimas.
▪ Inmunológica: ciertas proteínas, como los anticuerpos, tienen acción defensiva.
▪ Contráctil: la actina y la miosina son las responsables de la contracción muscular.
ÁCIDOS NUCLEICOS
Los ácidos nucleicos son los responsables de las características de cada especie y de cada uno de los individuos que las componen. Están compuestos por C, H, O, N y P.
Los ácidos nucleicos, al igual que las proteínas, son macromoléculas formadas por la unión de
unas moléculas más sencillas llamadas nucleótidos.
Los nucleótidos constan de una pentosa (ribosa o desoxirribosa), unida a un fosfato y a una base nitrogenada distinta. Las bases nitrogenadas son: adenina (A), guanina (G), timina (T), citosina (C) y uracilo (U).
Los nucleótidos se unen entre sí mediante enlaces covalentes, denominados enlaces fosfodiéster, formando largas cadenas de polinucleótidos. Cada cadena de polinucleótidos se caracteriza por la
secuencia de sus bases nitrogenadas, y cada una de ellas posee dos extremos distintos (extremo 3´ y extremo 5´).
Según su constitución química, existen dos tipos de ácidos nucleicos: el ADN y el ARN.
• El ADN o ácido desoxirribonucleico, está compuesto de fosfato, desoxirribosa, y como bases nitrogenadas puede llevar A, G, C y T. Se encuentra en el núcleo de las células formando parte de los cromosomas y los genes y en algunos orgánulos como las mitocondrias y los cloroplastos.
•
El ARN o ácido ribonucleico, está compuesto de fosfato, ribosa, y A, G, C y U como bases nitrogenadas. Se forma por un proceso de copia del ADN.
En 1953, Watson y Crick, propusieron el modelo de la doble hélice del ADN para explicar su estructura, lo que constituyó un hito en la historia de la Biología. Según ellos, cada molécula de ADN está formada por dos cadenas de nucleótidos unidas mediante puentes de hidrógeno, enrolladas una sobre la otra formando una doble hélice, donde las bases forman los peldaños de la hélice. Estas dos cadenas presentan dos características importantes:
• Son antiparalelas, tienen la misma dirección y sentidos opuestos. Una cadena tiene sentido 5´→ 3´y la otra se dispone en sentido 3´← 5´.
• Son complementarias, la A de una cadena se empareja con la T de la otra y la G sólo con la C. Esto
implica que la secuencia de nucleótidos de una cadena determina el orden de los de la cadena opuesta.
Funciones de los ácidos nucleicos y la expresión de la información genética
Los ácidos nucleicos son los responsables de todas las funciones básicas de los seres vivos, pues contienen las instrucciones necesarias para realizar los procesos vitales, así como para el desarrollo y el mantenimiento del organismo.
El ADN es el portador de la información genética. Esta información está codificada en forma de secuencias de bases nitrogenadas, de manera que si cambia la secuencia de bases la información también cambia.
La célula utiliza la información contenida en el ADN para fabricar sus propias proteínas, en particular las enzimas, responsables, del funcionamiento celular. Para ello, a partir del ADN, la célula fabrica copias de esta molécula, pero en forma de ARN. Será el ARN el que se encargue de traducir la información genética del ADN a una secuencia de aminoácidos de una proteína.
Para ello, existen tres tipos de ARN, con diferente estructura y función:
- ARN mensajero (ARNm): lleva la información genética desde el ADN hasta los ribosomas, donde se fabrican las proteínas.
- ARN ribosómico (ARNr): forma parte de los ribosomas.
- ARN transferente (ARNt): transporta los aminoácidos hasta los ribosomas para que se pueda producir la síntesis.
LA CÉLULA: LA UNIDAD ESTRUCTURAL DE LOS SERES VIVOS
Pese a lo complejas que son, las biomoléculas no son la unidad fundamental de la vida, ya que por sí solas no son capaces de llevar a cabo las actividades vitales (nutrición, relación y reproducción). Por ello, las biomoléculas se organizan de una forma precisa para formar una estructura capaz de realizar dichas funciones, la célula.
La célula es la unidad estructural y funcional básica de la vida, pues es la parte más pequeña de un organismo que presenta características propias de los seres vivos, es decir, es capaz de nutrirse, relacionarse y reproducirse. Todos los seres vivos están formados por células.
La consideración de la célula como la unidad básica de los seres vivos, constituye la teoría celular, que es, junto con la teoría de la evolución, una de las pocas generalizaciones que existen en biología.
La teoría celular se resume en los siguientes puntos:
1. La célula es la unidad estructural y funcional de todos los seres vivos.
2. La actividad de un organismo es el resultado de la actividad de las células que lo componen.
3. Las células surgen por división de células preexistentes.
CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS CÉLULAS
A pesar de la gran variedad de células que existen, todas estructurales y funcionales comunes:
ellas poseen unas características
■ Presentan una membrana que las separa del medio externo y constituye su límite, a través de la cual se realiza el intercambio de sustancias y de información con el exterior.
■ El interior celular o citoplasma está formado por una disolución coloidal de biomoléculas.
■ En el citoplasma y en el núcleo de llevan a cabo las reacciones bioquímicas características de la vida.
■ Las células más evolucionadas (eucariotas) presentan, en el interior del citoplasma, unos compartimentos (orgánulos celulares) que realizan funciones concretas.
■ Todas las células poseen ácidos nucleicos (ADN y ARN) que contienen el material genético, es decir, la información necesaria para regular, coordinar y llevar a cabo toda la actividad celular.
La forma de la célula guarda relación con la función específica que desempeña, de manera que presentan una gran variedad de formas: esféricas, poliédricas, prismáticas, alargadas, estrelladas, etc…
El tamaño es, así mismo, muy variable, aunque la mayoría de las células mide entre 0,5μm y 20
μm. Por tanto únicamente son visibles al microscopio.
TIPOS DE CÉLULAS
Según su complejidad estructural, se diferencian dos tipos de células: procariotas y eucariotas. Estos términos, hacen referencia a la existencia o no de núcleo en el interior del citoplasma celular.
Las células procariotas son menos evolucionadas y fueron las primeras células que habitaron la
Tierra. La célula procariota posee las siguientes características:
• Su tamaño es mucho menor que el de las células vegetales y animales, oscila entre 0,3 μm y 3 μm.
• Tiene una pared celular que rodea a la célula y le da la forma, cuyos componentes químicos son exclusivos.
• El material genético es una doble cadena de ADN que no está rodeada por una membrana nuclear, sino que se encuentra dispersa en el citoplasma.
• Los únicos orgánulos que posee son los ribosomas y carece de orgánulos membranosos.
Las bacterias, pertenecientes al reino Moneras, son los únicos organismos formados por células procariotas.
La célula eucariota, es más evolucionada, y surgió por endosimbiosis a partir de células procariotas. Sus principales características son:
• Su tamaño es mucho mayor, oscilando entre 5 μm y 20 μm.
• No poseen pared celular, excepto las células vegetales cuya pared es de diferente composición que la de las procariotas.
• El citoplasma contiene multitud de orgánulos celulares, muchos de ellos rodeados de membrana, que realizan funciones concretas.
• El ADN está protegido en el interior del núcleo por una doble membrana, la membrana nuclear, que lo separa del citoplasma. La existencia de un núcleo le otorga mayor estabilidad al ADN.
Todos los demás seres vivos, algas, protozoos, hongos, plantas y animales, están formados por células eucariotas.
Así pues, aunque la organización básica de todas las células eucariotas es semejante, se pueden
distinguir dos grandes tipos, células animales y vegetales, cuyos componentes se visualizan en estos esquemas comparativos.
UNIDAD 2. PROCESOS CELULARES
ESTRUCTURA DE LA CÉLULA EUCARIOTA: COMPONENTES y FUNCIONES
FUNCIONES BÁSICAS DE LOS SERES VIVOS
Como hemos visto, la célula, la unidad básica de la vida, realiza por sí misma las tres funciones que caracterizan a todos los seres vivos: nutrición, relación y reproducción.
Así pues, según lo establecido por la teoría celular, la actividad vital de un organismo puede deducirse a partir de las funciones de sus células.
FUNCIÓN DE NUTRICIÓN
La célula intercambia continuamente materia y energía con el medio externo a través de la membrana celular. Si dicho intercambio cesara, la célula no podría mantenerse estable y moriría.
Las sustancias que toma la célula del medio, denominadas nutrientes, son utilizadas para obtener la energía para llevar a cabo todas sus funciones vitales, así como para conservar y renovar las estructuras celulares.
En definitiva, los nutrientes proporcionan a la célula los elementos con los que mantener la organización de su estructura, tanto a nivel fisiológico como energético.
Tipos de nutrición
La forma en que los seres vivos obtienen las moléculas necesarias para llevar a cabo su actividad celular permite distinguir dos tipos de nutrición: autótrofa y heterótrofa.
• Los organismos autótrofos (autos=por sí mismo y trophos=alimento) toman del exterior moléculas inorgánicas sencillas (agua, dióxido de carbono y sales) con las que fabrican las moléculas orgánicas que necesitan (glúcidos, lípidos, proteínas y ácidos nucleicos).
Para poder fabricar la materia orgánica necesitan de un aporte de energía, que, generalmente procede de la luz solar (organismos FOTOSINTÉTICOS), aunque algunos organismos utilizan la energía de ciertas reacciones químicas (organismos QUIMIOSINTÉTICOS).
La nutrición autótrofa es propia de las algas, plantas y algunas bacterias.
• Los organismos heterótrofos (hetero=otro y trophos=alimento) son incapaces de fabricar las moléculas orgánicas y deben obtenerlas de otros organismos, ya fabricadas. Dependen, por tanto, de la materia orgánica fabricada por los seres autótrofos.
Todos los animales, hongos, protozoos y la mayoría de las bacterias son heterótrofos.
Metabolismo
Una vez dentro de las células, los nutrientes sufren una serie de reacciones químicas complejas, que en conjunto reciben el nombre de metabolismo. Las reacciones metabólicas fundamentales son muy semejantes en todos los seres vivos. Estas reacciones pueden ser de dos tipos:
•
Catabolismo. Son reacciones de oxidación que transforman moléculas complejas en otras más pequeñas y sencillas. En este tipo de reacciones se desprende energía, que es utilizada para la síntesis de nuevas moléculas, la división celular, el trabajo mecánico y el propio funcionamiento de la célula.
La transformación del almidón en glucosa, las grasas en glicerina y ácidos grasos y las proteínas en aminoácidos, así como las reacciones de oxidación de los nutrientes en la respiración celular son ejemplos de reacciones catabólicas.
•
Anabolismo o biosíntesis. Son reacciones de construcción de moléculas grandes y ricas en energía
a partir de otras más simples. Este tipo de reacciones requieren un aporte de energía.
La unión de aminoácidos para formar proteínas, de moléculas de glucosa para formar glucógeno y la fotosíntesis son ejemplos de reacciones anabólicas.
La energía necesaria para llevar a cabo las reacciones anabólicas se obtiene de la que se libera en
las reacciones catabólicas, y se incorpora a los enlaces químicos de las moléculas formadas. Así pues, el anabolismo y el catabolismo son interdependientes. Sin embargo, para que la energía se pueda intercambiar entre unas reacciones y otras, es necesaria la intervención de un intermediario que la capte de las reacciones catabólicas y la ceda, en las reacciones anabólicas. Este intermediario es una molécula, presente en todas las células, denominada adenosín trifosfato (ATP).
El ATP es un nucleótido que posee enlaces de alta energía; cuando uno de estos se rompe, la molécula se transforma en ADP (adenosín difosfato), y se libera un grupo fosfato y una gran cantidad de energía.
Así pues, la energía desprendida en los procesos catabólicos se usa para formar ATP, y la energía necesaria para llevar a acabo los procesos anabólicos procede de la ruptura de las moléculas de ATP.
Catabolismo
El catabolismo, como hemos visto, es el conjunto de reacciones metabólicas cuya finalidad es obtener energía de la rotura de las moléculas orgánicas, como la glucosa, las grasas, etc,…
Existen dos formas de obtener energía: la respiración celular y la fermentación.
Respiración celular
La respiración celular es un proceso catabólico, que básicamente consiste en la oxidación moléculas orgánicas a lo largo de una serie de etapas. La respiración puede ser aerobia o anaerobia, según sea necesaria la participación del oxígeno.
En la respiración aerobia se oxidan completamente las moléculas orgánicas y se obtienen compuestos inorgánicos (dióxido de carbono y agua). Sucede en el interior de las mitocondrias. Su rendimiento energético es alto, por ejemplo, la oxidación total de la glucosa genera 36 moléculas de ATP. De forma esquemática este proceso sería el siguiente:
Glucosa + 6 O2 → 6 CO2 + 6 H2O + 36 ATP
La respiración aerobia la realizan todos los seres aerobios, como los animales, plantas, hongos, protoctistas y la mayoría de las bacterias.
Fermentación
La fermentación también es un proceso de oxidación de moléculas orgánicas, pero en este caso no se oxidan completamente y como resultado, se originan como productos finales compuestos orgánicos. Su rendimiento energético es menor y se produce en el citoplasma de las células y se trata de un proceso anaerobio.
Según la naturaleza de los productos finales obtenidos, se distinguen varios tipos de fermentación:
• Fermentación láctica: propia de las bacterias de la leche, que originan ácido láctico al fermentar la glucosa.
• Fermentación alcohólica: característica de las levaduras, que originan etanol (alcohol etílico) cuando fermentan la glucosa.
Anabolismo
Para que la vida pueda mantenerse, es imprescindible la formación de nuevas moléculas orgánicas que reemplacen a las que se van perdiendo.
Todas las células sintetizan moléculas orgánicas complejas a partir de otras más sencillas, en esto consiste básicamente el anabolismo.
Se pueden diferenciar dos procesos anabólicos:
− Uno el que realizan todos los seres vivos, que fabrican compuestos orgánicos complejos a partir de otras moléculas orgánicas más sencillas.
− Otro el que realizan, además, los organismos autótrofos, como las plantas, que fabrican materia orgánica a partir de compuestos inorgánicos, mediante la fotosíntesis.
La fotosíntesis
La fotosíntesis es un proceso anabólico, que consiste en la transformación de materia inorgánica en orgánica, utilizando la energía luminosa que queda transformada en energía química almacenada en los enlaces de las moléculas orgánicas obtenidas.
La energía de la luz es captada por la clorofila y otros pigmentos fotosintéticos, presentes en los cloroplastos. Los pigmentos fotosintéticos se localizan en la membrana de los tilacoides de los cloroplastos, en unas estructuras denominadas fotosistemas, que actúan como órganos captadores de luz.
La ecuación global de la fotosíntesis es la siguiente:
luz
CO2 + H2O + sales minerales Materia orgánica + O2
Para una molécula de glucosa (C6H12O6) la ecuación sería luz
6 CO2 + 6 H2O + sales minerales C6H12O6 + O2
La fotosíntesis transcurre en dos fases: luminosa y oscura. Fase luminosa
Esta fase requiere la presencia de luz, y se realiza en los tilacoides de los cloroplastos, ya que intervienen los pigmentos fotosintéticos. Básicamente la energía luminosa captada por los pigmentos se transforma en energía química, mediante la síntesis de dos moléculas muy energéticas: NADPH2 y ATP.
La clorofila absorbe energía de la luz, la cual se utiliza en los cloroplastos para romper moléculas
de agua (fotólisis del agua), que al descomponerse originan protones, electrones y oxígeno:
H2O → 2H+ 2 e-+ ½ O2
El oxígeno se libera a la atmósfera como subproducto de la fotosíntesis. Los electrones (e-), a lo largo de una cadena de moléculas transportadoras, llegan hasta el NADP, que también capta los protones
(H+) y se transforma en NADPH2 (fotorreducción). Durante el transporte de los electrones a lo largo de la cadena de moléculas transportadoras, se libera mucha energía, que es utilizada para fabricar ATP a partir de ADP + P (fotofosforilación). El NADPH2 y el ATP serán usados en la fase oscura.
Fase oscura
Esta fase no requiere la presencia de luz, y se realiza en el estroma del cloroplasto, de forma simultánea a la fase luminosa. Consiste en la transformación del CO2 y las sales minerales en materia orgánica, utilizando el ATP y NADPH2 obtenidos en la fase luminosa.
Durante la fase oscura cada molécula de CO2, procedente de la atmósfera, es fijado por una
pentosa (ribulosa 1,5, difosfato), dando origen a un compuesto de 6 carbonos. Dicho compuesto,mediante una serie de reacciones que consumen ATP y NADPH2, se descompone en dos triosas (gliceraldehído 3 fosfato). Así pues, por cada molécula de CO2 fijada se originarán dos moléculas de gliceraldehído, de modo que al fijarse varias moléculas de CO2 se obtendrán varias de gliceraldehído, que pueden seguir dos rutas diferentes:
> Una que conduce a la regeneración de la pentosa consumida al fijar el CO2, para que el proceso pueda continuar. Esta vía constituye un conjunto cíclico de reacciones, denominado ciclo de Calvin.
> Otra que conduce al objetivo de la fotosíntesis y es la obtención de diversas moléculas orgánicas: monosacáridos (especialmente glucosa), glicerina, ácidos grasos y, utilizando el nitrógeno de las sales minerales, aminoácidos.
FUNCIÓN DE RELACIÓN
Los seres vivos, no solo intercambian materia y energía con su entorno, también pueden relacionarse con él y adaptarse a las condiciones ambientales. Si no fuera así, no podrían mantenerse estables y morirían.
La función de relación implica tres etapas:
Captación de estímulos → Procesado de la información → Elaboración de respuestas
Las células pueden elaborar diferentes respuestas a los estímulos del medio:
• Movimientos. Los movimientos celulares pueden ser:
− Ameboide: mediante prolongaciones del citoplasma, la célula se desplaza y captura alimento, como sucede en las amebas y glóbulos blancos.
− Contráctil: como las células musculares que se contraen en una dirección fija gracias a fibras contráctiles.
− Vibrátil: es el movimiento de las células que presentan cilios y flagelos, como los espermatozoides o protozoos.
• Tactismos. Los tactismos son movimientos sin desplazamiento frente a los estímulos. Pueden ser
positivos, cuando se dirigen al estímulo, o negativos, cuando se alejan. Los estudiaremos en las plantas.
• Enquistamiento. Si las condiciones del medio son muy adversas, algunas células forman cubiertas resistentes y pasan a un estado de vida latente hasta que las condiciones sean favorables.
FUNCIÓN DE REPRODUCCIÓN
Todos los seres vivos se reproducen, es decir, son capaces de formar nuevos individuos semejantes
La reproducción es indispensable para mantener la vida, pues las estructuras biológicas se
deterioran con el tiempo y todos los organismos tienen un período de vida limitado. La aparición de nuevos seres, iguales o muy semejantes a sus progenitores, garantiza la perpetuación de la vida aunque los individuos concretos vayan desapareciendo.
En resumen, la reproducción es el mecanismo por el que la vida se renueva y se opone a su
desaparición con el tiempo.
No solamente se reproducen los organismos; también lo hacen las células de que están compuestos.
Reproducción celular
Todas las células proceden, por reproducción, de otras células; en consecuencia, la multiplicación celular es un proceso que tiene lugar en todos los seres vivos, ya sean unicelulares o pluricelulares. La reproducción de las células incluye la división del núcleo o MITOSIS, y la división del citoplasma o CITOCINESIS.
LA MITOSIS
La mitosis comienza al final de la interfase del ciclo celular. Consiste en la división del núcleo, en el que se separan dos copias de ADN (producidas durante la interfase), para formar otros dos núcleos con la misma información genética. La razón y significado de este proceso es garantizar que las dos células hijas reciban una copia íntegra del ADN materno y, por tanto, posean el mismo número y los mismos cromosomas que poseía la célula madre.
En la mitosis se distinguen cuatro fases: profase, metafase, anafase y telofase.
División del citoplasma: citocinesis
Una vez concluida la división del núcleo, tiene lugar la división del citoplasma.
• En las células animales, a la altura del plano ecuatorial del huso acromático, bajo la membrana plasmática se forma un anillo de filamentos contráctiles que se van estrechando hasta separar las dos células hijas.
• En las células vegetales se forma un tabique de separación entre las células hijas, denominado
fragmoplasto, a partir de vesículas del aparato de Golgi. A partir de dicho tabique, cada célula hija fabrica su propia pared celular añadiendo capas de celulosa.
Mitosis y número de cromosomas
El número de cromosomas es constante y característico en todas las células somáticas de cada especie.
En las especies, denominadas diploides (2n), cada cromosoma tiene un homólogo, es decir, la dotación está constituida por dos series de n cromosomas (2n cromosomas). Por ejemplo, los cromosomas humanos forman 23 parejas, formadas por dos cromosomas homólogos cada una, que son similares en tamaño, forma y otras características observables al microscopio.
En las especies haploides (n), la dotación cromosómica está constituida por una sola serie de cromosomas, es decir, por n cromosomas. En la especie humana existen células haploides, los gametos (óvulos y espermatozoides), que contiene cada uno 23 cromosomas distintos, y por tanto no tienen parejas de cromosomas homólogos.
Mediante la mitosis, cada célula hija recibe una cromátida de cada cromosoma. En realidad, las dos cromátidas hermanas de un cromosoma son copias exactamente iguales que la célula materna había hecho de su cromosoma original. De este modo, las dos células hijas reciben el mismo número y los mismos cromosomas que poseía la célula materna y, por tanto, se garantiza que el número de cromosomas se mantenga constante de generación en generación.
LA DIVISIÓN CELULAR POR MEIOSIS
En la reproducción sexual, la fusión de los gametos da lugar a un cigoto con el doble de cromosomas que cualquiera de los gametos. Si el individuo desarrollado a partir de este produjera gametos también con el doble de cromosomas, sus descendientes presentarían el cuádruple de cromosomas, y así sucesivamente.
Para evitar que el número de cromosomas se duplique en cada generación es necesario que, en algún momento del ciclo biológico de las especies que se reproducen sexualmente, el número de cromosomas se reduzca a la mitad. La reducción del número de cromosomas tiene lugar en un proceso especial de división celular denominado MEIOSIS.
La meiosis
En la meiosis se producen dos divisiones consecutivas, denominadas, respectivamente primera y segunda división meiótica, sin periodo de interfase entre ellas. El resultado son cuatro células haploides por cada célula materna diploide. En ambas divisiones meióticas se suceden las mismas fases: profase, metafase, anafase y telofase.
• Primera división meiótica. La diferencia fundamental entre mitosis y meiosis sucede en la profase de la primera división meiótica (profase I). En esta fase, de larga duración, los cromosomas homólogos se
emparejan e intercambian material hereditario mediante
un proceso de entrecruzamiento o
sobrecruzamiento. Posteriormente, durante la metafase I, los cromosomas emigran hacia el plano ecuatorial del huso, formándose un grupo de pares de cromosomas homólogos. En la siguiente etapa, anafase I, se separan los cromosomas homólogos, dirigiéndose un cromosoma de cada pareja hacia un polo de la célula. Al final, en la telofase I, se forman los núcleos de las células hijas, recibiendo cada una de ellas un solo juego completo de cromosomas homólogos con dos cromátidas cada uno.
• Segunda división meiótica. En esta segunda división se separan las cromátidas de cada cromosoma,
de manera que los cromosomas se alinean en el plano ecuatorial (metafase II) y posteriormente se separan las cromátidas hermanas de cada cromosoma (anafase II). En cada célula se originarán dos núcleos distintos (telofase II).
Al final de la meiosis se habrán originado cuatro células haploides, reduciéndose a la mitad el número de cromosomas. Debido al entrecruzamiento, cada cromosoma tendrá información procedente de ambos progenitores, por lo que los núcleos formados por meiosis contienen una nueva combinación de genes, diferente en cada uno de ellos.